A medida que nos acercamos al final del mes de junio, siempre surge la misma pregunta: ¿Qué puedo hacer para ahorrar en mi declaración de la renta?
Es posible que quiera pensar en el futuro resultado de dicha declaración e intente calcular la cuota líquida y su pago/reembolso en 2021, para ver si está dispuesto a tomar alguna medida durante el año que pueda mejorarla a su favor.
Pues bien, aquí tiene los 4 consejos más importantes que le ayudarán a ahorrar en su próxima declaración de la Renta.
1. Comunique los cambios familiares
Es aconsejable comunicar los cambios en sus circunstancias personales. Para empezar, esto podría reducir la cantidad que tiene que pagar. De este modo, por ejemplo, si nace un hijo, la empresa reduce las retenciones, su padre o madre pasa a ser dependiente, se divorcia o adquiere una discapacidad, estas situaciones pueden deducirse en la declaración de la renta y, en consecuencia, ahorrar desde el primer momento.
2. Acogerse a las deducciones autonómicas
Gastos como el alquiler, el cuidado y la educación de los niños, los servicios domésticos y los costes de transporte pueden deducirse a menudo en la declaración de la renta, según la región.
Las deducciones autonómicas desempeñan un papel fundamental a este respecto, con una variedad de posibilidades que incluyen deducciones por libros de texto, compra de coches y gastos familiares.
3. Deducciones que se aplican a propietarios de viviendas por su alquiler
Primeramente, está el coste de formalizar un contrato de alquiler y su defensa jurídica. Otra deducción, relacionada con las propiedades en alquiler son las primas de seguro de la propiedad.
Los intereses de los préstamos e hipotecas contraídos para adquirir o mantener la propiedad también se consideran gastos relacionados con el alquiler. Por lo tanto, se deduce como ingresos por alquiler en la declaración de la renta.
El impuesto municipal es otro gasto deducible para los ingresos por alquiler. Ejemplos típicos son el IBI y la tasa de basuras. Los gastos de comunidad si la vivienda se encuentra en una zona urbana o residencial con instalaciones comunes, también estarían dentro de ese tipo de gastos que se pueden deducir.
Facturas de servicios públicos como agua, electricidad, gas, teléfono e internet (pagadas y a nombre del propietario de la vivienda) serían perfectamente deducibles.
4. Exención de tributación en la retribución en especie
En cuanto a los incentivos fiscales, hay que tener en cuenta que los ingresos en especie son ingresos laborales y deben añadirse como rendimientos del trabajo al presentar la declaración de la renta. El punto clave de estos incentivos fiscales es que ciertos tipos de remuneración en especie quedan exentos de gravamen dentro de ciertos límites.
Aunque las remuneraciones en especie estén o no sujetas al impuesto sobre la renta de las personas físicas, en la legislación se establece que las remuneraciones en especie se limitan al 30% de las retribuciones salariales.
Estos son los tipos de retribución en especie más comunes:
- Vales de comida o tickets restaurante
- Servicio de transporte colectivo de viajeros
- Cheque guardería
- Acciones de la propia empresa
- Formación para trabajadores
- Seguros para los trabajadores
- Aportaciones a planes de pensiones